Esta labor me ha llevado mucho tiempo porque está bordado sobre tela de hilo en color crema y a tres hilos, con un cabo de madejas de DMC y en un tono un poco más tostado que el de la tela. Para el perfilado he usado un tono marrón que resalta el dibujo. Entre las dos letras he bordado un pequeño arabesco a modo de unión. Por último lo mandé enmarcar con dos marcos conjuntados, uno de madera y otro dorado envejecido, para hacer que la labor luciera como merece.
El resultado ha sido muy bonito y ya ocupa un especial lugar encima del vajillero que adorna mi salón.
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